“Este jardín es una interpretación de un tropical minimalista donde las texturas y los matices de verde son los protagonistas. Mi intención ha sido simplificar la naturaleza sin perder su profundidad, creando un espacio donde cada elemento cumple un propósito definido y, a la vez, se conecta con algo mayor.

La selección de especies —filodendros, Chamaedorea cataractarum, Miscanthus sinensis y palmeras Dypsis leptocheilos— responde no solo a su belleza individual, sino a su capacidad de dialogar en armonía. En este diseño, menos es más: la repetición de formas suaves y texturas equilibradas guía la mirada, invitando a la contemplación y evitando distracciones innecesarias.

El diseño difumina los límites entre el jardín y el horizonte, integrando el espacio privado con la inmensidad del entorno. Aquí, el objetivo es que los residentes se sientan envueltos, abrazados por la naturaleza, como si cada planta respirara al compás de su propio ritmo.

Este jardín no es solo un lugar para admirar; es un refugio para habitar y experimentar. Desde la frescura del rocío sobre las hojas hasta el susurro del viento entre las palmas, cada detalle está pensado para inspirar calma y arraigo. Es un rincón donde el tiempo parece detenerse, fomentando una conexión íntima y transformadora con la naturaleza.”