"Es muy común para quienes viven en las grandes ciudades, la imagen impregnada en las retinas de continuas filas de automóviles en las carreteras y autopistas, enmarcando las manzanas y principalmente entrelazados en los interminables estacionamientos a lo largo de la ciudad. En muchos barrios, estos objetos familiares y cotidianos se vuelven parte del paisaje visual y a pesar de su monocromía casi actual, no son una de las mejores vistas desde un balcón.

El reto en este proyecto era proponer una simbiosis entre estos famosos compañeros con un ambiente verde y tranquilizador. Combinatorio de especies autóctonas, como la Jacaranda da Bahía, rica en sus coloridos florales, con la grilla de césped, ¡convertí los automóviles en verdaderas flores en un jardín! El uso de estos adornos de hormigón resistente permite que las hierbas florezcan en sus espacios y forman una extensa alfombra mezclada con tonalidades verdes y grises para los vehículos.

Las copas de las árboles y palmeras evocan sombras y frescor, en una especie de oasis, permitiendo confort térmico a los residentes y durabilidad a los automóviles, además de brindar privacidad y belleza los balcones suspendidos."